La caperucita perpleja observaba al lobo que, complacido yacía sobre el colchón de la abuelita y tocándole con un dedo la frente le dice:
"¡Lobo, que dientes tan grandes tienes!"
El lobo recuerda de inmediato episodios tristes de su infancia, algunas burlas colegiales y un gran dilema ortodoxo y le responde:
"Son para recordar los mitos que se generan tras las pérdidas, para alentar a la multitud que se llena de fobias y repiten despacio su certeza sobre el dominio de las bestias"
Caperucita muy confundida prefiere creer que los dientes brillan para que ella contemple su reflejo y así sea más feliz.
Primera vez que me paso por tu blog :D me gustó mucho, no te conocía esa faceta, buena!
ResponderEliminarHika :D