jueves, 13 de enero de 2011

Mi abuela es un Ángel

Carmen, nombre femenino de origen hebreo "Kar-mel", que significa "Jardín de Dios", es el lugar donde irá mi abuela cuando no esté más conmigo, que espero yo, sea dentro de muchísimo.

Carmen es mi abuela materna, mamá de mi mamá y mamá también de mis 5 tías, hermanas directas de mi mamá, es de las poquísimas personas por las cuales yo daría mi vida, es la persona más respetable, amable y correcta que conozco, es la mejor modista del planeta, y aparte de ser todo eso, es la persona más buena de este mundo y yo, la amo. Acomódate lector extraño, sonríe un poco y lee atentamente como con toda la dulzura, sinceridad y amor del mundo, te cuento en síntesis, su historia.

Mi mamita Carmen es (en la actualidad) la mayor de una, no tan larga, ni tan corta, serie de hermanos y hermanas, hijos de mis bisabuelos ya fallecidos. De muy joven conoció, se enamoró y casó con mi abuelo el corredor, Don Sergio, de ese matrimonio nacieron 6 hijas, todas mujeres, sin excepción. Una de ellas, homónima de nombre con mi abuela vendría a ser mi mamá.

Vivian en esos tiempos en un barrio no tan bonito de Lima, con muchas incomodidades, pero por lo que sé, eso no fue impedimento para el desarrollo y progreso de la familia, no digamos del matrimonio, pues Sergio, mi abuelo no se portaba tan bien con mi celestial mamita Carmen, por lo que su matrimonio se disolvió pasados algunos años. Luego de eso, mi abuelo se alejaría (y por lo que sé, desentendería) tanto económica como socialmente, de la familia que, cierta vez había prometido frente a un altar, formar.

Los años siguieron pasando y solo mi abuela, junto con aquellas 6 muchachas en aquel barrio que, a pesar de los años, no cambiaba su noble y rústica apariencia, iban formándose y consolidándose como una unida y pujante familia, que, superando las dificultades y sometiéndose a muchos sacrificios, pudieron conseguir y esa fue, y es, la más grandiosa lección de vida que yo haya podido ver (o en todo caso, de la cual solo haya yo podido saber) en mis 18 años.
Con el paso del tiempo, Cuatro de las Seis hermanas se casaron y tuvieron familia, una profesión o casi una profesión, y una vida normal y tranquila, o casi una vida normal y tranquila, bueno, nada es perfecto. Las otras Dos hermanas, no necesitaron de casarse para realizarse, pero toda esta felicidad, desarrollo y colores rosas, fueron gracias a la perseverancia y heroica actitud de mi mamita Carmen, que tan sumida en las limitaciones que la vida en aquel barrio poco desarrollado de Lima le ponían, no se amilano y siguió adelante con esas 6 chicas como responsabilidad.

Mi mamita Carmen NO es actualmente. una mujer con edad en extremo avanzada, ni tampoco una mujer demasiado joven, gracias a Dios es una alguien que goza de una salud estable, y energías suficientes como para continuar trabajando como modista y mantener, con la ayuda de sus 6 ya no tan pequeñas, hijas, aquella casa ya completamente terminada en aquel barrio de Matute, ya no tan maltratado como en aquellos años pasados.

Mi mamita Carmen es una mujer que ha superado los innumerables retos que la vida le puso al frente y un ejemplo de vida tanto para mí, como para mi familia, y quien sabe, tal vez para ti también, alguna vez lo sea.

2 comentarios:

  1. Hola compi de blog ^^
    Andaba echándole un vistazo a los blogs y creo
    que te puede interesar el mío si te gusta leer literatura personal
    y debatir sobre la actualidad:
    http://insolitadimension.blogspot.com/
    Únete si lo deseas. Gracias.

    PDTA: Mi abuela tb era un ángel que se fue demasiado pronto :(

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  2. Hola Melodi, compi de blog :)
    Me encantaria seguir el tuyo y lo haré enseguida, gracias por la invitación ^^

    PDTA: Lo lamento mucho, es demasiado dificil afrontar cuando eso sucede, no se aún como lo haré y pero prefiero prologar la idea de ello.

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